March 28, 2024

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El hermanamiento fomenta la excelen… – Information Centre – Research & Innovation

Si los países no forman científicos cualificados, les costará dar tratamientos antineoplásicos innovadores. Un proyecto con financiación europea permitió a cuatro instituciones intercambiar personalized y mejores prácticas, lo que creó promoción profesional y solicitudes de subvenciones satisfactorias. Los ciudadanos se beneficiarán de las mejoras de las habilidades de los científicos en este campo.


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© anttoniart #300552708, source: stock.adobe.com 2021

A pesar de los grandes avances médicos, el cáncer sigue siendo una carga sanitaria importante. En muchos países, la enfermedad es la segunda causa más común de muerte, un hecho que continúa impulsando la investigación de nuevas técnicas de diagnóstico y tratamientos.

«El desarrollo de las inmunoterapias (tratamientos que ayudan al sistema inmunitario a combatir el cáncer) y las vacunas son áreas de la biotecnología en las que hemos visto mucho trabajo», señala Maria Issagouliantis, coordinadora del proyecto VACTRAIN e investigadora principal de la Universidad Stradins de Riga (RSU) en Letonia. «Existe una enorme demanda social, política y científica para que se avance en estas áreas».

Sin embargo, garantizar que la investigación de vanguardia, así como las nuevas herramientas terapéuticas, se difundan adecuadamente es un desafío clave. Se trata de algo basic, porque, si el conocimiento permanece guardado en unos pocos laboratorios e instituciones, o en unos pocos países, los beneficios potenciales no se pueden desarrollar por completo. La falta de conocimiento especializado en las instituciones también implica que los investigadores jóvenes a menudo se ven obligados a completar sus estudios en el extranjero, llevándose su especialización con ellos.

Intercambio de conocimientos y experiencias

El proyecto VACTRAIN, financiado con fondos europeos, intentó abordar este desafío mediante la creación de la especialización institucional. Como lo explica Issagouliantis: «Este no fue un proyecto de investigación como tal. Nuestro objetivo no period desarrollar y probar nuevas inmunoterapias o vacunas terapéuticas contra el cáncer. Más bien, queríamos aunar las especialidades de diferentes países para fomentar un mejor desempeño de la atención sanitaria, principalmente en Letonia, pero también en otros lugares».

Para lograrlo, el proyecto VACTRAIN, financiado con fondos europeos, vinculó la RSU, uno de los principales centros de biomedicina y biotecnología de Letonia, con otras instituciones de toda Europa. Issagouliantis añade: «La universidad ofrece un enorme potencial de investigación y especialización médica. Esto convirtió a la RSU en una excelente candidata para el hermanamiento».

Durante el proyecto, se establecieron vínculos con dos instituciones de investigación de renombre internacional: el Departamento de Microbiología, Tumores y Biología Celular del Instituto Karolinska (KI) en Suecia, y el Departamento de Biofísica Common de la Universidad de Lodz en Polonia.

«Ambos son centros de excelencia en el diseño, las pruebas y las aplicaciones clínicas de una amplia clase de tratamientos inmunoterapéuticos», comenta Issagouliantis. El consorcio se complementó con el Instituto Kavetsky de Patología Experimental, Oncología y Radiobiología en Ucrania (KIEPOR). «En overall, el esfuerzo de hermanamiento unió a cuatro socios», explica Issagouliantis. «Los vínculos entre estas instituciones se forjaron mediante talleres, cursos de laboratorio y amplios intercambios de personal».

Fomentar la especialización en la investigación

Este intercambio de experiencias y mejores prácticas ayudó a desarrollar la especialización institucional, al inspirar iniciativas de seguimiento innovadoras. Por ejemplo, la RSU ha formado un grupo de trabajo para desarrollar nanomedicamentos modernos, que ha recibido importantes subvenciones de investigación del Consejo de Ciencias de Letonia.

Además, se ha puesto en marcha una crimson de investigación transfronteriza única en la que participan becarios e investigadores de las cuatro instituciones asociadas, para formar una especie de cadena de desarrollo de nanomedicina. La crimson ha competido con éxito por subvenciones de investigación sobre el diseño y la prueba de nanomedicamentos basados en ADN para tratar el cáncer.

«Considero que el impacto de este proyecto se puede medir por el hecho de que los consorcios que involucran a miembros de VACTRAIN han obtenido tres subvenciones internacionales», explica Issagouliantis. «VACTRAIN ha ayudado a sentar las bases para el desarrollo de la investigación avanzada en Letonia».

Como resultado directo del proyecto de hermanamiento, un investigador principal recibió su primera subvención europea para un proyecto dedicado al desarrollo de nanomedicamentos. En la actualidad, dos investigadores posgraduados que trabajaron en el proyecto están completando sus estudios de doctorado en el campo del cáncer, y se espera que finalicen para 2021.

«Toda esta especialización nos ayudará a formar y mantener a los especialistas altamente cualificados en el futuro», señala Issagouliantis. «Esto es importante para el desarrollo y la salud de nuestro país. De los ocho jóvenes becarios que participaron en el proyecto, solo uno se ha marchado para continuar sus estudios en el extranjero. Generar oportunidades profesionales significa que podemos retener los conocimientos especializados».

Por último, también se puede ver el desarrollo en la propia carrera de Issagouliantis. «Me ascendieron al puesto de científica principal en la RSU en 2018, y renovaron mi contrato en este puesto en 2020», concluye. «También recibí una subvención de dos años para la investigación en inmunoterapia del Fondo de Ciencias de Letonia para 2018-2020».